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suelo radiante vivienda poca altura

Suelo radiante en viviendas de poca altura: confort y ahorro

13/04/2023

El suelo radiante cada vez tiene más demanda al ser un sistema de alta eficiencia energética y una de las mejores opciones para climatizar eficazmente la vivienda, a lo que se le une el confort y las ventajas a nivel estético. Aunque cualquier edificio puede ser ideal para este tipo de suelo, las viviendas antiguas, que suelen tener poca altura, son de las más beneficiadas a la hora de ganar en comodidad y ahorrar energía.

Viviendas de poca altura

El suelo radiante tiene cada vez más demanda y no es casualidad. Además de ser sistemas de alta eficiencia energética, son una de las mejores opciones para climatizar la vivienda de manera eficaz, y a nivel estético y de confort no hay nada que se les equipare. Los radiadores o calefactores ocupan espacio y no siempre cuadran con nuestra línea decorativa, por lo que a veces ensucian y condicionan el interiorismo.

Si bien es cierto que cualquier edificio puede ser ideal para instalar suelo radiante, lo cierto es que las viviendas antiguas se posicionan como una de las más beneficiadas. Primero, por la gran opción que tienen de revalorizarse al contar con suelo radiante y segundo porque uno de los principales puntos débiles de estas casas es el mal aislamiento que sufren, lo que también queda solucionado con la instalación de este sistema. Las casas de gran antigüedad suelen tener poca altura, pero hacemos un llamamiento a la tranquilidad porque esto ya no es una limitación para instalar suelo radiante. En ellas también se puede ganar en comodidad y ahorrar energía. Vamos a ver cómo.

Suelo radiante cerámico

Los sistemas de pavimento cerámico climatizado juntan en un solo sistema la creación de ambientes cálidos y el ahorro de energía. Para ello, estos sistemas de suelo radiante de baja altura se aprovechan de la alta conductividad térmica de los recubrimientos cerámicos o de piedra natural, así como también de la alta capacidad que poseen estos para acumular energía.

El pavimento de cerámica climatizado puede disponer de una baja altura de construcción, pues es posible aplicar solo 8 mm de mortero sobre la placa de nódulos y los tubos de calefacción instalados entre estos. De esta manera el calor llegará rápidamente a la superficie. Por otra parte, es importante saber que el sistema tiene que contar con una lámina de desolidarización, que es la que ayudará a la distribución homogénea del calor a través de sus canales internos de aire, que se comunican entre sí.

Otra ventaja del suelo radiante es que, incluso durante su fase de instalación, se puede ahorrar a nivel de tiempo y materiales. Gracias al bajo recubrimiento de los nódulos se requiere una menor cantidad de material de recrecido respecto a la necesaria para los sistemas convencionales. Además, la lámina de desolidarización se puede colocar en cuanto el mortero sea transitable, lo que evita los largos tiempos de espera durante el secado del mortero. Gracias a este detalle podemos generar un ahorro de tiempo de hasta cuatro semanas.

Diferentes alturas, todas mínimas

Esta forma de calentamiento de revestimientos, gracias a su baja altura de construcción, que puede llegar a medir tan solo 5,5 mm, es ideal para que la creación de un clima interior saludable y de confort sea un proceso rápido y efectivo desde el momento inicial.

Tanto en reforma como en obra nueva es importante pensar que al realizar esta obra tenemos que tener en cuenta la acústica. Por ello, se puede equipar la placa de nódulos con un aislamiento acústico adicional de unos 5 mm de grosor. Aun así, podemos hablar de alturas de construcción de solo 26 mm más el recubrimiento.

Por otro lado, si no disponemos de altura suficiente o no tenemos problemas acústicos, se pueden conseguir alturas de construcción a partir de 20 mm más el recubrimiento, aunque en este caso se debe pegar la placa al soporte. Estos sistemas permiten que los cables eléctricos del sistema se puedan instalar directamente sobre la lámina en todas aquellas zonas en las que se quieran calentar revestimientos cerámicos de forma rápida, precisa e individual. Gracias a su función de desolidarización, además, se puede instalar incluso sobre soportes críticos, como pueden ser la madera o los recrecidos frescos. La instalación no conllevará que se dañen los cables eléctricos ni que aparezcan grietas en la cerámica. Y por si fuera poco, además de calentar y desolidarizar superficies, es posible también realizar trabajos de impermeabilización e incluso calentar duchas de obra.

Otras consideraciones

Adicionalmente, las láminas pueden estar equipadas en su reverso con una tela de unos 2 mm de espesor. La función de esta es actuar como aislamiento al ruido de impacto y a su vez como barrera térmica, permitiendo un calentamiento más rápido del revestimiento cerámico en suelos y paredes. Por último, gracias a la incorporación para su instalación en paredes, los propios revestimientos cerámicos actúan como zonas puntuales para el secado de toallas o evitan la aparición de moho en las paredes interiores de fachadas.

Lo ideal es que te pongas en contacto con tu tienda de confianza y que desde allí te recomienden a un instalador que tenga experiencia en suelo radiante, pues las cuestiones a tratar son muchas. Pero como hemos visto, la ganancia a nivel de confort y de ahorro, será todavía mayor.

Texto de Sandra Barañano. Directora técnica de Cuida Tu Casa.

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