Temperatura ideal del aire acondicionado para ahorrar

Con la llegada del verano, y sus calurosos días, el aire acondicionado se vuelve un aliado imprescindible. Sin embargo, un mal uso de él puede causarnos problemas en el bolsillo, e incluso en la salud. Por ello, es esencial poner el aire a una temperatura adecuada, que evite problemas en la salud como sequedad en las vías respiratorias, irritación en la garganta y congestión nasal, además de permitirnos ahorrar energía y favorecer nuestra factura energética.

Por tanto, ¿cuál es la temperatura óptima del aire acondicionado? Se considera que una temperatura de aire acondicionado ideal para la mayoría de las personas está en el rango de 24 a 26ºC.

Temperatura de aire acondicionado ideal en verano

Durante el verano, se considera que la temperatura de aire acondicionado ideal en interiores debe estar entre 24ºC y 26ºC, aunque se recomienda que no baje de 25ºC. También, hay que tener en cuenta que no haya una diferencia mayor a 12ºC respecto a la temperatura exterior, de manera que evitemos cambios bruscos de temperatura, que pueden afectar a la salud.

Además, seguir esta temperatura de aire acondicionado recomendada puede tener beneficios económicos. Cada grado que disminuyamos la temperatura aumentará el consumo en un 8% e incrementará nuestra factura de la luz a final de mes. Por lo tanto, mantener una temperatura moderada nos ayudará a ahorrar en el consumo energético y, a su vez, reducir nuestros gastos.

Temperatura de aire acondicionado ideal en invierno

Durante el invierno, se considera que la temperatura de aire acondicionado ideal en el interior de una casa debe estar entre los 21 y los 23ºC durante el día. Sin embargo, en áreas donde las temperaturas exteriores sean extremadamente bajas, se recomienda aumentarla alrededor de 22-24ºC

Es importante tener en cuenta que esta temperatura de aire acondicionado ideal debe ir acompañada de una humedad relativa adecuada, que generalmente se sitúa entre el 40% y el 50%. Los expertos recomiendan que la humedad en el interior de una casa no descienda por debajo del 20% ni supere el 60%/70%. 

En resumen, en invierno se recomienda mantener una temperatura interior entre los rangos mencionados, junto con una humedad relativa adecuada, para lograr un ambiente confortable y saludable en el hogar durante los meses más fríos.

¿Qué temperatura de aire acondicionado hay que poner para que gaste menos?

Para reducir el consumo de energía del aire acondicionado y lograr un uso más eficiente, se recomienda seguir estos consejos:

• Establecer la temperatura de aire acondicionado a un nivel moderado. Se sugiere configurar el termostato del aire acondicionado en una temperatura cercana a los 24-26ºC durante el verano. Mantener una temperatura más alta permitirá que el sistema no tenga que trabajar tan duro para enfriar el ambiente, lo que resultará en un menor consumo de energía.
• Utiliza el modo de ahorro de energía. Muchos aparatos de aire acondicionado cuentan con una opción de «modo de ahorro de energía» o «economizador». Esta configuración ajusta automáticamente la temperatura y el rendimiento del aire acondicionado para reducir el consumo de energía. 
• Utilizar ventiladores de techo o de pie. Los ventiladores ayudan a circular el aire y crear una sensación de enfriamiento adicional, lo que te permitirá elevar ligeramente la temperatura del aire acondicionado sin comprometer la comodidad.
• Mantener las puertas y ventanas cerradas. Esta acción evitará fugas de aire frío y la entrada de aire caliente del exterior. Esto ayudará a mantener la temperatura estable y reducir la carga de trabajo del aire acondicionado.
• Realiza un mantenimiento regular. Limpiar y cambiar los filtros de aire con regularidad, ya que los filtros sucios pueden dificultar el flujo de aire y hacer que el sistema funcione con menos eficiencia. 

Dormir en una habitación fresca ayuda al cuerpo a relajarse y prepararse para el descanso. Cuando la temperatura es demasiado alta, el cuerpo puede tener dificultades para disipar el calor, lo que resulta en una sensación incómoda y dificultades para conciliar el sueño. Una temperatura más fresca crea un entorno propicio para el sueño, ya que el cuerpo puede regular mejor su temperatura interna y mantener un estado de relajación.

Además, una temperatura de aire acondicionado adecuada contribuye a mejorar la calidad del sueño. Un ambiente fresco favorece un sueño más profundo y reparador, evitando interrupciones debido al calor. Durante la noche, el cuerpo experimenta una disminución natural de la temperatura interna, y una temperatura más baja en el entorno ayuda a facilitar este proceso, permitiendo un sueño más tranquilo y sin interrupciones.

Es importante ajustar la temperatura según el confort personal y tener en cuenta factores adicionales como la ropa de cama, la ventilación de la habitación y otros elementos que puedan influir en la sensación térmica durante el sueño. 

• Ajuste de temperatura: el modo «Sleep» puede establecer automáticamente una temperatura ligeramente más alta que la configurada durante el día. Esto se debe a que el cuerpo humano tiende a tener una temperatura corporal más baja durante el sueño, y una habitación demasiado fría puede interferir en el proceso natural del descanso.
• Velocidad del ventilador: es posible que el aire acondicionado reduzca la velocidad del ventilador para generar menos ruido y proporcionar una brisa más suave. 
• Temporizador: algunos aires acondicionados en modo «Sleep» pueden tener un temporizador integrado que apaga automáticamente el sistema después de cierto tiempo de funcionamiento. Esto evita que el aire acondicionado funcione innecesariamente durante toda la noche y ayuda a ahorrar energía.

Temperatura aire acondicionado normativa

En España no existía una normativa, como tal, que regulara las temperatura del aire acondicionado. Sin embargo, a partir del 1 de agosto de 2022, con motivo de la bajada del suministro de gas natural debido a la guerra de Ucrania, sumando la subida de precios, que generaron la necesidad de reducir el consumo y, por ende, aumentar el ahorro energético, el Consejo de Ministros aprobó un Real Decreto-ley que establecía un plan de choque de ahorro y gestión energética en climatización.

Según el decreto, se estableció que la temperatura máxima para la refrigeración sería de 27ºC, mientras que la temperatura mínima para la calefacción sería de 19ºC. Estas limitaciones se aplicarían a edificios públicos, grandes almacenes, centros comerciales, espacios culturales, estaciones y aeropuertos.