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Aunque pueda parecer sorprendente, un estudio publicado por el Environmental Health Perspectives afirma que, la calidad del aire interior en las oficinas puede interferir y ralentizar el desarrollo normal del trabajo. Y no solo esto, el informe constata que una mala calidad del aire en un entorno de trabajo, puede llegar incluso a disminuir las funciones cognitivas de los trabajadores.
En esta publicación se afirma que los trabajadores expuestos varias horas a una mala calidad del aire interior en las oficinas y sistemas de ventilación comunes, pueden ver afectadas y entorpecidas sus capacidades cognitivas. Una muestra más de la importancia de los sistemas de ventilación para la salud y el confort.
Experimento de la Universidad de Syracuse
Los encargados de llevar a cabo este curioso experimento fueron unos investigadores de un laboratorio de la Universidad de Syracuse, donde se realizaron diferentes pruebas con distintos participantes y con diferentes niveles de dióxido de carbono y componentes orgánicos volátiles (sustancias químicas en el aire).
Los 24 participantes, entre los cuales, se encontraban arquitectos, ingenieros y profesionales de publicidad fueron expuestos a diferentes entornos de trabajo durante varios días.
El primero era un entorno simulado como el interior de las oficinas convencionales (con aire con unos niveles normales de dióxido de carbono, contaminantes y ventilación común y normal). El segundo entorno era un entorno simulado de edificios “verdes” LEED Platinum y el tercer entorno simulaba un entorno de edificios verdes con un índice de ventilación exterior elevado “ Green+”.
Hay que informar que ninguno de los 24 participantes expuestos a estos diferentes entornos y condiciones de trabajo en días distintos fueron conscientes de cuando se efectuaban los diferentes cambios de entorno simulado.
Los investigadores de este experimento todos los días a las 15,00 horas realizaron a los distintos participantes diferentes pruebas cognitivas de establecimiento, estrategia y focalización y grabaron los diferentes resultados en los diferentes entornos según el tipo de aire que los participantes respiraron.
Resultados del experimento
Los resultados de las pruebas hablaron por si solos, los mejores resultados fueron aquellas pruebas que se realizaron un día de exposición al aire de un edificio verde extraventilado. En concreto, los participantes trabajaron un 61% mejor con un aire de edificios verdes que con aire convencional, y destaca que los participantes trabajaron un 101% más en al ambiente “Green+”.
En una de las pruebas, en la cual, lo que se midió exactamente fue el desempeño cognitivo de los participantes dentro de una crisis, los participantes dentro de un ambiente verde fueron evaluadas un 97% mejor que en un ambiente de aire convencional, y los expuestos a un ambiente Green+ fueron evaluados un 131% mejor. Lo que hace resaltar que cuanto más ventilado y puro es el aire más rendimiento profesional se saca de los empleados.
Joseph G. Allen, autor del estudio de la escuela de salud pública de Harvard, afirma que es positivo para los empleados mejorar los niveles de CO2, los químicos orgánicos volátiles y la ventilación en un ambiente de trabajo. Una inversión que supone 30 dólares por trabajador pero que mejorará la productividad en 6000 dólares anuales.
Conclusiones
Debe tenerse en cuenta también que la falta de controles de los riesgos que conlleva la exposición al aire interior contaminado tiene grandes consecuencias económicas, tanto en el gasto público sanitario, como en días de trabajo perdidos y costes personales para los individuos.
Por ello, cualquier inversión en desarrollo cuyo objetivo sea la mejora de la salud y el bienestar humanos mediante ambientes interiores más sanos no deberían considerarse como un obstáculo sino que debería compararse con los beneficios que proporciona no solo en relación a a la salud sino en la productividad de los trabajadores.
