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Miguel Ángel Gallardo, Business Unit Director de Rockwool, destaca la importancia de los productos sostenibles y duraderos, como la lana de roca, en los procesos de rehabilitación. Un material que estará presente en la vivienda del futuro, donde el aislamiento jugará un importante papel en la eficiencia energética y la sostenibilidad.
¿Cómo afronta Rockwool la circularidad en el sector de la construcción y especialmente en la rehabilitación?
El principal producto que caracteriza a Rockwool es la lana de roca volcánica, un producto que viene de la naturaleza y se puede reciclar las veces que sea necesario, integrándolo en nuestro proceso de producción. Es el producto que hará falta en la construcción del futuro, donde cada vez habrá más exigencia en cuanto a circularidad. En cuanto al tema de rehabilitación, tiene una complejidad mayor, al tratarse de una logística más específica por la dimensión de las obras en entornos urbanos. En este sector, que aún tiene que explotar en España, vamos avanzando a través de proyectos piloto que nos permiten tener presencia, cumpliendo con los requerimientos del mercado.
¿Qué tendencias en rehabilitación se están dando este año en España?
El mercado no está arrancando como esperábamos. No obstante, está claro que, dada la estructura de los fondos Next Generation, se está poniendo el foco en la envolvente para reducir la demanda energética de los edificios. Y dentro de la envolvente, la tendencia es buscar soluciones por el exterior, para que no afecte a la vida de los vecinos durante las obras. Son soluciones, además, que son mucho más eficientes, ya que, al tratar la envolvente de forma continua desde el exterior, se logran evitar puentes térmicos.
¿Qué beneficios contempla la rehabilitación, tanto a nivel económico como para la salud de las personas?
A nivel económico son evidentes por dos cuestiones. Por un lado, una rehabilitación energética supone un retorno de la inversión muy rápido, tanto por el ahorro en la factura energética como por su durabilidad. Y por otro lado, desde el primer minuto la vivienda rehabilitada tiene más valor. Una vivienda con un certificado energético se vende mejor, por lo cual hay una revaloración desde el primer momento. A todo ello hay que añadirle el punto de vista de la salud. El confort es más que evidente, teniendo en cuenta la pobreza energética. No es sano estar pasando frío en casa en invierno y calor en verano, lo que conlleva múltiples inconvenientes para la salud, especialmente en colectivos más delicados. Y, por otro lado, también encontramos ventajas en la acústica, un tema que se suele dejar de lado, pero que tiene su importancia, ya que el ruido es fuente de enfermedades y de estrés. Tiene muchos efectos negativos que se palían en gran parte con el aislamiento.
¿Qué posicionamiento tiene Rockwool en el mercado español y, concretamente, en el segmento de la rehabilitación de edificios?
Somos líderes en lana de roca en el mercado español y mantenemos ese posicionamiento a nivel general. En cuanto a la rehabilitación, se están imponiendo soluciones por el aislamiento exterior. Las más conocidas son el SATE y la fachada envolvente, soluciones en las que los mejores productos en el mercado español son de Rockwool.
¿Cómo será la vivienda del futuro y qué papel jugará Rockwool en estos edificios sostenibles?
La vivienda del futuro, tal y como nos avanza la futura normativa europea, tendrá un consumo de energía casi nulo o un consumo directamente negativo. En estos edificios, aparte de tener equipos que puedan producir energía y optimizar su uso, será fundamental tener una envolvente sin pérdidas de energía. Por tanto, el aislamiento tendrá un papel clave.
¿Qué destacaría de todas las novedades que presenta Rockwool en REBUILD?
Desde Rockwool invertimos constantemente en tecnología para mejorar la sostenibilidad de nuestros procesos industriales y de los edificios en los que se instalan nuestros productos. La última innovación que hemos lanzado es una tecnología de fibrado llamada NyRock, que consigue optimizar el rendimiento térmico de nuestros productos, de forma que conseguimos los primeros productos con lambda 32 en lana de roca, sin que deje de tener las otras características propias de la lana de roca, como son el aislamiento acústico o la protección contra incendios, entre otras. En concreto, en REBUILD Rockwool está presentando el primer panal de lana de roca con lambda 32 que se lanza al mercado: Ventirock Energy, un panel para fachada ventilada.
¿Cómo es el proceso de fabricación de los productos de la lana de roca?
En Rockwool tenemos como materia prima principal la roca basáltica, que fundimos y convertimos en lava. Esa lava, a 1500 grados, se centrifuga y al enfriarse forma un manto de lana de roca, al que después le aplicamos diferentes métodos industriales para darle forma para consumo en el mercado, en la mayoría de los casos en paneles. El hecho de que provenga de la roca le confiere sus principales propiedades, principalmente la durabilidad. Durante muchos años sus propiedades permanecen inalterables. En concreto, tenemos la experiencia de desmontar lana de roca en una obra 65 años después de su instalación y ver que sus propiedades estaban inalterables.
¿Qué valoración hace de la gestión de los fondos Next Generation? ¿Son los procedimientos suficientemente ágiles y están llegando al ciudadano?
Está costando que los fondos lleguen al ciudadano. Por un lado, la burocracia no está siendo fácil en las diferentes Comunidades Autónomas. Y por otro, se está dando un bloqueo administrativo para el tratamiento de los expedientes. Se está tardando en gestionar los expedientes de subvención. Y a ello hay que añadirle la falta de cultura de rehabilitación que tenemos en España, que con la estructura de Comunidades de Propietarios hace difícil tomar decisiones. Aunque los beneficios son evidentes, los vecinos no siempre se ponen de acuerdo a la hora de acometer obras de rehabilitación.
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