El País Vasco tiene previsto impulsar las cooperativas ciudadanas de generación renovable a través de la nueva sociedad Ekiola, puesta en marcha por la colaboración público-privada. Esta iniciativa hará posible la participación ciudadana en la generación y gestión de energías renovables a través de parques solares que se desarrollarán en diferentes municipios y comarcas.
Ekiola Energia Sustapenak, la empresa dedicada a la promoción de cooperativas de energía sostenible, nace como resultado de la colaboración entre el Ente Vasco de Energía (EVE) y la Corporación Mondragon, la promotora de ingeniería de KREAN, que ya es socia en importantes proyectos de energías renovables en el País Vasco.
Energías renovables para el consumo
Esta colaboración entre el Ente Vasco de Energía y Krean permitirá el lanzamiento y avance de la Estrategia Europea de Cambio Energético en el País Vasco, basada en el empoderamiento de la ciudadanía en la creación y gestión de energías renovables para el consumo.
La formación de cooperativas ciudadanas de generación renovable, que operan dentro del sistema eléctrico y tienen un rol específico en manos de las administraciones, permitirá el lanzamiento de una serie de proyectos en torno a las instalaciones de generación eléctrica fotovoltaica.
Según EVE y KREAN, el proyecto Ekiola es muy destacado en cuanto a que permite la participación ciudadana. El objetivo es crear un modelo de integración muy amplio que cambie la visión energética de cada municipio donde se establezca, con el objetivo de introducir a la ciudadanía en la realidad de la autogestión empresarial. Y siempre respondiendo a las necesidades energéticas de los ciudadanos que se sumarán al proyecto.
Autosuficiencia energética
Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, ha apuntado a «un nuevo proyecto de gobernanza energética en línea con las energías políticas europeas y la Estrategia Energética 2030 del País Vasco”. Asimismo, también ha destacado la necesidad de promover la autosuficiencia energética a través de sistemas que promuevan el autoconsumo.
Por su parte, el presidente de Mondragón Corporación, Iñigo Ucín, afirmó que “la formación de cooperativas en este sector es una fórmula que responde a la idiosincrasia del País Vasco y que permite la puesta en marcha de proyectos de mayor envergadura que involucran a un gran número de ciudadanos”. Además, ha subrayado que “es un proyecto cooperativo que se enfoca en la participación directa del consumidor, lo que también permite la intervención de los ayuntamientos y administraciones locales y actores relevantes en el control de las instalaciones de generación de energía”.
Azpeitia se convertirá en la primera ciudad en tener una instalación solar de este tipo tras las medidas necesarias para ponerla en funcionamiento. En este sentido, las Diputaciones de Álava y Guipúzcoa firmarán en breve un convenio con la empresa para promover este tipo de instalaciones en sus respectivos territorios.
Cooperativas energéticas
La creación de cooperativas ciudadanas de generación renovable, además de entroncar con los valores y la estructura económica del país, permite la conformación de proyectos de mayor dimensión que involucren a gran número de vecinos.
Esta fórmula hará posible la existencia de infraestructuras energéticas de una dimensión significativa (parques solares de entre 1 MW a 5 MW de potencia), que generarán energía de cercanía (kilómetro 0). Y todo con el objetivo final de que las personas que formen parte de la cooperativa se aprovechen de las economías asociadas a las instalaciones fotovoltaicas e identifiquen como propias dichas instalaciones, al tiempo que generan en las mismas un volumen de energía equivalente a todo su consumo eléctrico.
La sistemática con la que se ha diseñado la gestión y viabilidad de estos proyectos se basa en la adquisición de una parte de la propiedad de la cooperativa por sus consumidores, con un coste equivalente al consumo energético de su vivienda.
Primeras cooperativas
Cada cooperativa construirá y operará instalaciones con un coste de generación estable, por un plazo de operación muy prolongado (25 años o incluso superior). Se gestionará para un volumen importante de personas o familias, de manera que las instalaciones tendrán las economías propias de un proyecto de mediana/gran dimensión.
Los resultados los notarán cooperativistas en sus facturas eléctricas, de manera que cada cual verá anualmente el resultado de la generación de su instalación, tanto en términos económicos como eléctricos. Y podrá evaluar el impacto de las mismas en términos ambientales, de sostenibilidad, de generación de riqueza para su entorno y de impacto en la propia economía de su consumo.
En la actualidad, ya se han iniciado contactos con varios municipios y administraciones, que están avanzando en diferentes estadios para que las primeras cooperativas vean la luz a lo largo de este año.
Energía de kilómetro 0
A través de este proyecto de cooperativas locales de consumo energético, cada persona podrá entender cómo consume energía y cómo la genera su instalación. Y podrá establecer estrategias de consumo para ajustar y mejorar sus economías, y lograr así la mayor proximidad posible entre su forma de generar y de consumir.
La pertenencia a la cooperativa llevará consigo una inversión para la compra de los paneles que configuran la instalación con un funcionamiento muy prolongado, (periodo inicial de 25/30 años, aunque cada cooperativa podrá optar por prolongar este plazo), constituyendo casi una solución vital.
Cooperativas ciudadanas de generación renovable
La inversión se le irá restituyendo poco a poco según planes de retorno que se personalizarán en cada proyecto. En paralelo, en sus facturas anuales se reflejarán los resultados económicos asociados a la generación eléctrica.
El objetivo es que cada persona genere tanta electricidad verde como la que consume, se sienta protagonista de la manera en que satisface sus necesidades domésticas y se abran así los cauces para intervenir en la generación de energía renovable. Todo ello, con el acompañamiento de las administraciones y entidades locales de cara a asegurar una correcta gestión, y en el marco de un modelo cooperativo.
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